Hay personas que te ayudan en la vida, personas que están ahí simplemente; otros que hacen que sufras, sin querer; y otros que lo hacen queriendo. Cada persona que entra en tu vida, cambia un poco de ti. A veces ese cambio es inapreciable, pero existe. Muchas veces, pensamos "ésta es la peor persona que voy a conocer". Y dicen que nos equivocamos. A veces tienen razón, otras no. Otras, creemos que esa persona que no para de estar en nuestra cabeza, es la definitiva. Y, también dicen que nos equivocamos.
Pero, ¿qué saben ellos? Si esa persona nos hace sonreír sin motivo alguno, simplemente con unas palabras dichas por su boca; nos hace pensar dos veces; al acostarnos en la cama deseamos con todas nuestras fuerzas darle un abrazo; cuando suena el teléfono deseamos que sea su llamada; si su ausencia hace que nuestra cabeza tampoco esté donde debe... No debemos dejarnos guiar por tópicos.
No regales las palabras, di lo que sientes en cada momento, ni más, ni menos; y te darás cuenta de que,
¿Quién mejor que nosotros para saber lo que sentimos?
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