Querido tú que completa mi yo:

Querido tú que completa mi yo:

No es la primera carta que te escribo. Ni la primera que no lees. 

No voy a decir que estoy bien. No voy a decir que soy feliz. No voy a mentirte, aunque cada día lo haga y te sonría para que me veas feliz. No lo hago por orgullo, si no por ti. Se lo que estas pasando y no quiero que además tengas que cargar con el infierno que estoy pasando yo. Infierno... No exactamente, esto es mas frío. Mucho mas frío. Mi cama esta fría. Mi corazón esta frío  Menos cuando te veo, claro está...

Sera que la magia no desaparece tan facilmente. ¿Como va  a desaparecer, mientras existan tus ojos? Mientras me miren y yo... yo vuele y me derrita a la vez como si llevara alas de cera, terminando siempre en el suelo, viéndote desde abajo. Lejos. 

No voy a negarte que lloro. No es tristeza... es simplemente impotencia. No poder decirte todo lo que siento por ti y tener que guardármelo dentro. Supongo que lo que lloro es, en definitiva, amor. En forma de lágrimas; amor que no me cabe dentro ya. El amor que tu también tienes dentro, el que es para mi. 

Tampoco puedo jurarte que no escribo tu nombre en cada lugar que veo, que no lo escribo en mi cabeza si no tengo tinta a mano, y que lo tengo grabado en el corazón y en el cuerpo entero. 

Y bueno, para que engañarte y decirte que no te necesito. Que  no pienso en ti veinticinco horas al día. Y para que vas a engañarme tú. 

Cuando me preguntan por que sigo, constantemente respondo lo mismo: 

"No, lo mismo no estamos hechos el uno para el otro. Lo mismo tenemos mas defectos que virtudes, lo mismo no encajamos de ninguna manera ni podemos dejar de discutir. Tal vez siempre tengamos pensamientos distintos. Quizás casi nunca estamos de acuerdo, o nunca. Que nos hizo seguir Pues exactamente lo mismo que me hace seguir a mi ahora mismo. Puedes llamarlo amor, llamarlo como quieras. Esa sensacion de que se te para el corazón cuando le ves. De que te pondrías entre una bala y el. De que sus labios es tu sabor favorito, que conoces cada secreto de su cuerpo y podrías recorrer todos sus lunares con los dedos teniendo los ojos cerrados. Ese impulso que te hace darle un beso en mitad de una pelea. Que no te deja sacártelo de la cabeza aunque quieras. Esa incapacidad de decir adiós, de querer algo distinto que no sea el. Esa emoción cada vez que te susurra te quiero. Esos momentos de felicidad en los que solo podíamos decir "ojala esto dure siempre".

Tal vez los momentos sean tan solo eso, momentos. Pero hay momentos que valen eternidades, que te quitan el aliento y te crean una paz interior que te hace querer, o al menos, necesitar sobrellevar los malos. Por el. Por vosotros. Por todo lo que tenéis por delante. Si, en definitiva somos totalmente contrarios. Quizás soy demasiado nerviosa y el excesivamente tranquilo. Quizás el siempre diga blanco y yo no quiera quitarme el negro de la cabeza. Quizás no le demuestro lo suficiente cuanto le amo. Quizás tenga miedo a caer. Pero merece la pena. Y eso es lo que nos ha hecho llegar hasta donde estamos. Eso es lo que me sigue impulsando a seguir intentándolo, y debo disculparme cientos de veces por no cumplir la promesa de dejarle ir. Pero no puedo. No quiero. Quizás... quizás el futuro sin el me asusta. Me aterroriza. Quizás me conforme eternamente con un beso suyo en la mejilla mientras deseo sus labios. Quizás tenga que callarme y aguantar los comentarios de los que me rodean. Quizás esto me haga daño, quizás no sirva para nada, que seguramente sea así... Pero si sigo aquí no es por falta de orgullo. O de amor propio. Es tan solo por amor. Acaso alguien entiende el amor Alguien ama con motivos, o decide cuando dejar de hacerlo Yo no. Eso es lo que nos mueve a nosotros. Que estando hechos de materiales distintos, de maneras distintas, nacimos para estar juntos. Bueno, no se si nacimos. Pero yo vivo por ello. Por el. Por necesitarle. Por dárselo todo. Aunque no lo sepa, aunque no se imagine cuanto, no quiero que se vaya de mi lado. Y ya se ha ido."

Ya sabes que soy completamente tuya. No hace falta que te lo recuerde. 

         "L is for the way you look at me

O is for the only one I see

V is very very extraordinary

                  E is even more than anyone that you adore 

And love is all that I can give to you, love is more than just a game for two, two in love can make it, take my heart and please do not break it... 

Love was made for me and you"

Te ama,

Una tú que completa tu yo.

Tus ojos.

Tus ojos. Qué decir. Qué ver en ellos. Qué sentir. 

Tus ojos, que esconden tanto. Que callan tanto. Que dicen tanto. Que gritan, a voces. Y susurran, despacio. 

Tus ojos, amor. Euforia, placer, cariño. Memorias, recuerdos en creación, unión. 

Tus ojos, excitación.

Tus ojos, marrón. Esperanza sin ser verdes. Claridad sin el azul. Profundos, sin llegar a ser oscuros. 

Un color inexacto, inexplicable. Impreciso. Como tu mirada. Indecisa. Pero justa. Justa y perfecta. Indescriptible. 

Tus ojos que incitan. Y incitan a besos. A caricias suaves, a mordiscos. A saliva. A más besos, pasión. 

Tus ojos dulces. Tranquilos. Centro del universo. De mi universo. Su centro, tu pupila.

Tus ojos. Qué decir. Qué ver en ellos. Qué sentir... Que enamoran.

Esa sensación de vacío. Esa muerte durante la vida, que no nos deja avanzar pero tampoco nos permite retroceder, ni es recomendable mirar atrás. Porque duele demasiado. Porque no sirve de nada.
Tratas de llenar ese hueco que sigue perforándose, día tras día... Pero es imposible. Ese molde no sirve para cualquiera. Ese cemento ya se ha secado. Y sólo hay una persona capaz de ocuparlo completamente.

January made me shiver.

"Tienes que pasar página", me decía una y otra vez a mí misma. Pero nada. Parecía algo imposible, y aunque sabía lo que quería para mí en el presente, me perseguía el pasado con sus preguntas sin resolver, su historia sin acabar...

Era una mezcla entre las ganas de olvidar y el miedo a hacerlo. Estaba harta de hacer daño y de hacérmelo a mí misma. Sabía que tomara la decisión que tomara no iba a estar del todo satisfecha, así que acabe dejando que, involuntariamente, mis sentimientos decidieran por mí. 

Tenía bastante claro lo que iba a suceder, y no me he equivocado. Por fin puedo volver a sonreír como antes, a estar en ciertos momentos con la cabeza despreocupada y a vivir de lo que veo, en lugar de lo que ya vi. He asumido por fin que esos recuerdos siempre formarán parte de mí, que me han definido y que seguramente ha sido necesario que se cruzaran en mi camino, por  unas u otras circunstancias. 

No me arrepiento de nada, tampoco del mero hecho de no arrepentirme. Aunque nunca me pueda querer del todo, debo reconocer que estoy aprendiendo bastante bien a querer al sitio del que vengo, y a prepararme para amar al lugar al que voy sea cual sea.

Así que, en lugar de pasar página y ver como en la siguiente carilla la tinta traspasa, he conseguido arrancarla poco a poco. Es una página hermosa, es perfecta en todos los sentidos, aunque el punto y final duela como si de un tiro se tratase. La he doblado y la he guardado en un cajón. Sigue ahí, sí. Seguramente la saque de allí y la lea alguna que otra vez, es inevitable. Pero ya no me va a impedir más escribir en la siguiente página.

Shutter Island

"Which would be worse? To live as a monster, or to die as a good man?"

Un paseo para recordar, basada en la novela de Nicholas Sparks.

Times Square can't shine as bright as you.

¿Ves a esa chica en el espejo? Es preciosa, ¿no lo crees? Yo pienso que sí.

Quizás no llame la atención como muchas otras chicas, quizás no hace nada para querer llamar la de todos esos superficiales que hay sueltos por ahí, de esos que miran descaradamente y sueltan piropos a gritos. Tal vez ellos no lo vean, pero yo sí.

Y lo que veo además, es que cuando sonríe otros sonríen, y que a más de uno se le ponen los pelos de punta cuando se toca el pelo. Que muchos tienen ganas de que levante esa mirada que siempre está apuntando al suelo, que enseñe esos ojos que lo dicen todo.

También sé que cuando ríe, todos ríen. No, no tiene la risa más bonita del mundo, sus carcajadas no parecen una canción como las de muchas otras, pero tiene una risa que es jodidamente pegadiza, y que, aunque no suene a Beethoven, suena a pura felicidad.

¿Cuerpazo? Qué va. Ella lo odia. Pero, ¿sabéis qué? Ese cuerpo da los mejores abrazos que he visto dar nunca. Y esa boca... ella siempre está mordiendo su labio inferior, ya te habrás dado cuenta... Esa boca se muere por darle el beso más sincero que le hayan dado nunca. ¿Lo hará? Quizás algún día. Hoy no. Hoy ella no sabe nada de lo que ven los demás, los que se fijan un poco más de lo que se ve con los ojos. Pero ojalá se de cuenta algún día, de que es increíble a su manera. Y de que su manera es la más increíble y menos común de todas.