Sonríe.

Querida persona que está leyendo:

Yo también estoy harta. De todos y de todo, de que se me juzgue sin conocerme, de no conseguir lo que quiero a pesar de mis esfuerzos, de sentir que no soy suficiente, de no dar la talla casi nunca, de llorar todos los días por tonterías que me acaban doliendo demasiado...

Sólo quería decirte eso. Por si necesitabas saber que no estás solo. Sé todo lo feliz que puedas. Porque seguro que no te fijas en todas las pequeñas cosas. Tal vez, cinco personas me juzgan sin conocerme, pero hay una que no lo hace. Esa una se merece que cuente con ella. Tal vez hay cosas que consigo, pero no me paro a pensar en ellas. Esas pequeñas cosas, se merecen ser importantes también. Alomejor no doy la talla muchas veces, pero otras tantas sí. Y, a veces, además de llorar, río por tonterías. Y sonrío. Y no debería dejar de hacerlo por esas pequeñas cosas que se hacen grandes al no ser buenas.

Piénsalo. Y aunque cueste, y esta palabra la oigas todos los días, SONRÍE.