martes, 24 de julio de 2012

32,5 también separa.

Hoy me he levantado con ganas de darte los buenos días. Pero sin coger el móvil. Quería dártelos a mi lado,  tumbado en mi almohada. Quería dártelos entre sueños, susurrarlo y quedarme mirándote toda la mañana. Horas. Igual que habría hecho la noche anterior.
Me he levantado con ganas de darte un beso de buenos días. Pero no de esos que se dicen por teléfono antes de colgar. Quería dártelo aquí, conmigo. Darte uno y luego otro. Y una vez hecho volver a empezar. Abrazarte, hasta que me hicieras cosquillas para que parara. 
Y reír. Morirme de risa contigo, junto a ti. Sí, también me he levantado con ganas de reír contigo. Pero no reírme de un mensaje. No por escrito, no un "jajaja" con la cara seria. Reír como sólo hago contigo; hasta que me dolieran todos los músculos del cuerpo. Y acabar los dos sonriendo en silencio, mirándonos. 
También me he despertado con ganas de tu sonrisa y de tus ojos. De tu boca y de tu mirada. Las tengo muy aprendidas, ni una fotografía la puede reflejar más claramente que mi memoria. Pero no estabas.
Hoy me he levantado con ganas de ti,  y no estabas. Y he notado 32 golpes (y medio) en el pecho.



No hay comentarios:

Publicar un comentario